WASHINGTON, Estados Unidos.- Rusia quedó incluida en la lista de países a los que Estados Unidos acusa de tener una “política o patrón” de tráfico de personas y trabajo forzado, o cuyas fuerzas de seguridad o grupos armados respaldados por el Gobierno reclutan o utilizan niños soldados.
El Departamento de Estado incluyó las listas en su informe anual sobre la trata de personas, que por primera vez consideró una sección de “Trata de personas patrocinada por el Estado”, en virtud de un mandato del Congreso de 2019.
Rusia aparece con frecuencia en todo el informe debido a su invasión a Ucrania el 24 de febrero. “Millones de ucranianos han tenido que huir de sus hogares, con lo poco que han podido llevar”, dijo el secretario de Estado Antony Blinken. “Eso les hace vulnerables a la explotación”, añadió.
Blinken dijo que hay casi 25 millones de víctimas de la trata en todo el mundo. Además de Rusia, la nueva sección de patrocinadores estatales incluye a Afganistán, Corea del Norte, Cuba, Irán, Myanmar y otros cinco países con una “política o pauta de trata de personas”, trabajos forzados en sectores afiliados al Gobierno, esclavitud sexual en campos gubernamentales o que emplean o reclutan a niños soldados.
Según el capítulo dedicado a Rusia, Moscú fue “cómplice del trabajo forzoso” de migrantes norcoreanos, expidiendo visados a miles de ellos en un aparente intento de eludir las resoluciones de las Naciones Unidas que exigen su repatriación.
También citó informes de que, tras tomar partes de la región oriental ucraniana de Dombás en 2014, los separatistas pro Rusia usaron a niños para que ocuparan puestos de control y sirvieran como combatientes y en otras labores.
Este año, los medios de comunicación informaron que las fuerzas rusas utilizaron a niños como escudos humanos, dijo. El informe dice que las fuerzas rusas obligaron a miles de ucranianos, incluidos niños, a pasar por “campos de filtración”, donde les confiscan los documentos, les obligan a sacar pasaportes rusos y les transportan a zonas remotas de Rusia.
Sordo a estas acusaciones el presidente ruso, Vladimir Putin, sostuvo conversaciones con el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jhamenei, en el primer viaje del líder del Kremlin fuera de la antigua Unión Soviética desde la invasión a Ucrania.
En Teherán, Putin también mantuvo su primera reunión cara a cara desde la invasión con un jefe de gobierno de la Alianza del Atlántico Norte (OTAN), el presidente turco Tayyip Erdogan, para discutir un acuerdo que reanude exportaciones de granos desde el mar Negro en Ucrania, prácticamente bloqueadas desde febrero, así como el conflicto en el norte de Siria.
EL viaje de Putin, pocos días después de que el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, visitó Israel y Arabia Saudita, envía un fuerte mensaje a Occidente sobre los planes de Moscú para estrechar lazos estratégicos con Irán, China e India frente a las sanciones occidentales.
Las fotos de la reunión de Putin con Jhamenei mostraron al líder ruso y al presidente iraní, Ebrahim Raisi, en una sala blanca con una bandera iraní y un retrato del líder revolucionario islámico, el ayatolá Jomeini.
Jhamenei pidió una cooperación a largo plazo entre Irán y Rusia y le dijo a Putin que los dos países debían mantenerse alertas contra el “engaño occidental”, informó la televisión estatal de Irán. (Reuters)